Esta mañana me he despertado con una estremecedora noticia que
me ha asaltado por la espalda sin previo aviso y me ha dejado en estado de
shock: las calles de mi ciudad se ha llenado de pianos de cola para que la gente los toque…
Los pianos son instrumentos ancestrales vinculados a culturas
antiquísimas que han sido utilizados en rituales pagánicos desde el comienzo de
los tiempos. Con la evolución humanoide el piano se fue domesticando hasta
alcanzar un “status quo” igual a la bandurria o al ukelele…Las melódicas notas
que deliran los vacilantes mamotretos dentellados han cautivado los tímpanos más
refinados a lo largo de los siglos. Hasta la mañana de hoy, donde una plaga de
pianos de cola ha sembrado el terror por el centro de Sevilla tragándose a
turistas, cortando el tráfico y dejando a la ciudad sin wifi durante casi 48
segundos…
Y no me queda otra que presentar un escrito a quien competa
con un listado de propuestas, a la altura de la invasión de pianos-zombis…
- Llenaría las principales plazas del centro de pepinos…sí, de pepinos, y que todo el que quiera los coja y los tire al cielo en busca de un record guinnes de bandas de pepinos volantes…
- Propondría pintar todas las farolas de un color antes del mediodía y de otro después del mismo, y que con la llegada del atardecer la gente observe los contrastes lumínicos que sufren las farolas…
- Inundaría las calles de cabras, eso sí, de 11:00 a 20:00 las cebaría con todo tipo de alimentos variopintos y organizaría un ordeñamiento en cadena desde las 20:00 hasta las 20:45…
PD: Por cierto, casi nadie sabe que guinnes significa "absurdo" en lengua gaélica...